- Título: Paletos Cabrones Volúmenes 1-4.
- Edición original: Southern Bastards #1-20 USA (Image Comics, 2014-18).
- Edición nacional más reciente: Planeta Cómic (cuatro volúmenes, rústica, 2016-18).
- Argumento y guión: Jason Aaron (Southern Bastards #1-11, 13-17 y 19-20) y Jason LaTour (Southern Bastards #12 y 18).
- Dibujo, entintado y color: Jason LaTour (Southern Bastards #1-11, 13-17 y 19-20), Chris Brunner (Southern Bastards #12 y 18) y Rico Renzi, color (Southern Bastards #1-2).
- Género: Noir, thriller, gángsteres.
«Ya sé que tú querías a este condado más de lo que nos querías a mamá y a mí. Pero si tantas ganas tenías de cuidarlo…
… no haberte hecho viejo. No haberte muerto.»
El sur de los Estados Unidos y el noir, siempre han estado ligados de algún modo. Como nos han descrito en diferentes novelas, sus adaptaciones cinematográficas, películas o series de televisión, con mayor o menor número de estereotipos. Desde El Calor de la Noche a la primera temporada de True Detective, pasando por Tiempo de Matar o Arde Mississippi. Obras, todas ellas, que logran retratar parte de las particularidades intrínsecas de la sociedad de esa región geográfica.
El mundo del cómic no podía ser ajeno. Y buena muestra de ello es esta serie, Southern Bastards, realizada por un equipo creativo completamente sureño. Por un lado el guionista de Alabama, Jason Aaron, del que no veo la hora que abandone Marvel Comics y se centre en exclusiva en su «Aaronverso» que conforman obras de noir moderno tan sugerentes como Scalped, La Herencia de la Ira o Los Malditos.
Por el otro tenemos al artista de North Carolina, Jason LaTour, a quien debo reconocer que su trabajo en la novela gráfica Noche Roja no me había impresionado demasiado. Sin embargo, aquí demuestra una progresión asombrosa y realiza lo que, sin duda, va a ser su obra de referencia. Destaca retratando a los personajes de manera excepcional, aportándoles a cada uno personalidad y vida propia. También es notable su labor en el color, contribuyendo al ritmo tenso de narración y a crear la atmósfera amenazante que domina el lugar donde transcurre la acción.
El grado de implicación de LaTour en esta serie es tal, que en un par de números se atreve a sustituir a Aaron en el guión, dejando el arte a su vecino Chris Brunner con quien, junto al colorista Rico Renzi que asiste en los dos primeros episodios, creó la miniserie criminal Loose Ends, también ambientada en la región meridional de los Estados Unidos.
A diferencia de los títulos citados en el primer párrafo, aquí no nos encontramos con una investigación criminal que sirva de hilo conductor. Los autores han optado por mostrar como el crimen y la violencia están intensamente arraigados en la sociedad del ficticio condado de Craw, Alabama. Un lugar donde el fútbol es la religión y el entrenador del equipo local, los Runnin’ Rebs, es su profeta. Un sitio donde no hay buenos ni malos, todos esconden una parte de bastardo en mayor o menor grado y sus personalidades oscilan en diferentes tonalidades ya no de gris, si no del rojo sangre que baña toda la tierra del condado.
La edición en castellano a cargo de Planeta Cómic ofrece la calidad habitual, incluyendo extras de todo tipo: desde todas las portadas (incluyendo las alternativas), biografías de los autores, bocetos e ilustraciones a textos firmados por Aaron y LaTour explicando las diferentes visicitudes de la serie y hasta una receta de pastelitos fritos de manzana de mamá Aaron (¡en serio!). Lo único cuestionable es la elección de la edición en rústica en lugar de cartoné. Para mí resulta un auténtico misterio el criterio de decisión de una u otra opción dependiendo de la serie. Y la traducción del título a Paletos Cabrones. Obviamente es algo muy subjetivo y no es que no me guste ni ofenda pero, personalmente, opino que omite la referencia a los «Sureños«, algo que parece esencial para los autores.
En cualquier caso, espero con ansia el retorno de la serie que, en Estados Unidos se encuentra actualmente en hiato, y poder seguir disfrutando de un cómic que podría ser el digno heredero de la memorable Scalped. De momento ya ha convencido a buena parte de la crítica, obteniendo un premio Harvey a la mejor serie nueva en 2.015 y un Eisner a la mejor serie abierta en 2.016.
Desde el Estante 
– «Jason Aaron, del que no veo la hora que abandone Marvel Comics
y se centre en exclusiva en su “Aaronverso” »
No podría estar más de acuerdo.
Más Southern Bastards, herederos de la ira, o similar, y menos lo que sea que esté haciendo ahora en Marvel. Pero, como ya hemos comentado alguna vez. poderoso caballero es…
– «… Jason LaTour, a quien debo reconocer que su trabajo en la novela gráfica Noche Roja
no me había impresionado demasiado»
Yo, en cambio, tengo buen recuerdo de aquel tomo. Pero ya que apuntas ese dato,
tendría que recuperarlo ahora que tengo fresco su arte en «Paletos» Eso sí, era todo muy negro, todas y cada una de las páginas estaban cargadas de negro, y no me refiero al género, que también, si no al color.
– «Lo único cuestionable es la elección de la edición en rústica en lugar de cartoné»
Que va, hombre, que va! Ya está bien así. Lo que pasa es que tú eres un vicioso de la dura, cony!
En lo que sí te doy la razón es, quizás, en la falta de criterio. Es como si lo decidieran lanzando la moneda al aire, sí. No obstante, ya sabes que en un relativo corto periodo de tiempo, la tendrás editada en tu amado cartoné.
– «Y la traducción del título a Paletos Cabrones»
En esto también coincidimos. Creo que se lo debemos al traductor que, por otro lado, hizo un excelente trabajo con la obra en sí, pero queriendo facilitar el título y su significado a los lectores de la Madre Patria, modestamente pienso que erró. Pero, bueno, tengo entendido, por lo que dicen de él desde las profundidades, que es muy buen tipo, o sea que se lo podemos perdonar, no?
Excelente reseña. Un abrazo y
Rockeros Saludos
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¡Muchas gracias por el comentario, sr. Rocker! En especial por desgranar los puntos que le han llamado la atención y por tomarse su tiempo para leerla y comentar. Me alegra que le haya gustado. Disculpe por la demora en la respuesta y ya sabe que es más que bienvenido a pasarse por aquí. ¡Un fuerte abrazo y, de nuevo, muchas gracias por su tiempo!
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