- Título: Cinema Purgatorio Volúmenes 1-6.
- Edición original: Cinema Purgatorio #1-18 USA (Avatar Press, 2016-19).
- Edición nacional más reciente: Panini Comics (Evolution Comics, 6 volúmenes, cartoné, B/N, 2017-19).
- Argumento y guión: Alan Moore (Cinema Purgatorio), Garth Ennis (Code Pru), Kieron Gillen (Modded), Max Brooks (A More Perfect Union) y Christos N. Gage (The Vast).
- Dibujo y entintado: Kevin O’Neill (Cinema Purgatorio), Raúlo Cáceres (Code Pru), Ignacio Calero (Modded #1-5), Nahuel López (Modded #6-18), Michael DiPascale (A More Perfect Union #1-7) y Gabriel Andrade (The Vast y A More Perfect Union #8-18).
- Género: Terror, humor negro, post-apocalíptico, kaiju, antología.
#Reseñoviembre es una iniciativa que imita al reto de los artistas del #Inktober, pero desde el reseñismo y la divulgación, ofreciendo 30 reseñas en los 30 días del mes de noviembre, a menudo partiendo de unas palabras-estímulo comunes a todos los participantes.
Día 29. Palabra: Espectador. Estímulo: La protagonista de la historia principal es la espectadora habitual de una extraña y decadente sala de cine.
El #Reseñoviembre de hoy me vuelve a proporcionar la excusa perfecta para escribir la reseña de una obra, Cinema Purgatorio, que había esperado pacientemente a su completa publicación en castellano para poder leerla del tirón. Y no es un tebeo cualquiera, se trata de la última creación del célebre Alan Moore antes de su anunciado retiro. Última creación, que no cómic, ese honor ha recaído en La Tempestad, el cuarto y último volumen de The League of Extraordinary Gentlemen, también junto a Kevin O’Neill y todavía inédita en España.
Volviendo al trabajo que nos ocupa, se trata de un relato dividido en 18 episodios, publicado originalmente por Avatar Press entre 2.016 y este mismo año. Panini Comics en los últimos años ha seleccionado algunos de los títulos del catálogo de la editorial, entre ellos otros firmados por el bardo de Northampton, como su tributo lovecraftiano en Neonomicon y Providence. Por eso no es de extrañar que hayan escogido el mismo formato para esta serie y la han recopilado en seis volúmenes.
«- ¿De verdad intentas ser el héroe de esta historia?.
– Nah. No es heroísmo. Sino hijoputismo.»
Moore y O’Neill se asocian nuevamente para narrar una historia de terror en riguroso blanco y negro, como exigen los cánones en estos casos. Nos ponen en la piel de una protagonista, a la que nunca logramos verle el rostro, que acude a un siniestro cine donde proyectan unas extrañas y sangrientas películas. A través de las cuales los autores aprovechan para echar su peculiar y mordaz repaso a la historia del séptimo arte.
Pero no se acaba aquí, el guionista británico y Avatar decidieron darle un formato antológico y acompañar su serial con otras cuatro historias. Debo decir que, personalmente, agradezco que Panini haya conservado el espíritu original e incluido todos los relatos puesto que, vistos los autores implicados, también me interesaban.
Código Pru es la única que había tenido inicio fuera de esta compilación, en forma de mini-serie de dos números inédita por estos lares. Sin embargo, imagino que era un sencillo preludio y este relato no se resiente por ello. En él conocemos a Pru, una enfermera novata que ha iniciado a trabajar en una ambulancia del Departamento de Bomberos de New York. Lo que no se esperaba era tratar a criaturas como vampiros, momias o súcubos de pacientes.
El norirlandés Garth Ennis firma una divertida trama con su característico sarcasmo, pero también muestra su vena más reivindicativa siendo en parte un alegato contra el racismo, la homofobia o la intolerancia contra los inmigrantes. El dibujante Raúlo Cáceres se siente como pez en el agua en este género y más áun con el blanco y negro.
Modis es un divertida ida de olla del inglés Kieron Gillen que, presumiendo de sus conocimientos adquiridos como periodista y crítico especializado en vídeo-juegos, realiza una combinación entre la invocación de Pokémon y la desolación post-apocalíptica de Mad Max. El uruguayo Ignacio Calero es el artista inicial, pero a partir del sexto capítulo es reemplazado por el argentino Nahuel López. Sin duda, es la historia más divertida y pasada de rosca de todas ellas y por eso me ha encantado.
Una Unión Más Perfecta es un relato distópico que combina el género bélico y el terror, ambientado en la Guerra de Secesión estadounidense. Sólo que aquí la Unión se enfrenta a horrorosas hormigas gigantes en lugar de a la Confederación. Debo reconocer que era la que menos me atraía, pero su mezcla de Tiempos de Gloria y La Guerra de los Mundos me han convencido.
No estaba muy versado en la obra de Max Brooks, que aquí demuestra un gran trabajo de documentación y en varios capítulos añade notas sobre los personajes históricos reales que aparecen en ellos, aunque algunos no llegasen a tomar parte en el conflicto. Aquí también hay un cambio de dibujante, inicia Michael DiPascale, pero es sustituido en el octavo capítulo por Gabriel Andrade.
Colosal me ha parecido la más ligera de las cinco historias, quizás porque no acaba de decantarse entre seriedad y comicidad. Christos N. Gage presenta una historia kaiju que, irremediablemente, nos recuerda a Pacific Rim. Aunque aquí no tenemos mechas, sólo una gran variedad tal de monstruos que el artista brasileño Andrade (único que repite en más de un relato) se habrá divertido al dibujar.
La gran pega que tiene esta colección es que tres de los seriales (Código Pru, Una Unión Más Perfecta y Colosal) finalizan con un continuará. Y, a fecha de hoy, no hay noticias de su posible vuelta. A pesar de ello, debo decir que realmente he disfrutado con su lectura y me he divertido mucho más de lo que esperaba con esta antología de horror plagada de humor negro. Recordando además que tiene el aliciente añadido de ser el penúltimo cómic del maestro Alan Moore.